Antes de comer en una carroña, estos cuervos se entregaron a galanteos, una pauta de comportamiento que no había observado en esta especie. A los arrumacos los acompañaban con una serie de graznidos muy bajos y suaves, mientras se picoteaban el uno al otro con evidente deleite para ambos.
La foto es todo un documentazo. un abrazo
ResponderEliminarBonita foto,un saludo.
ResponderEliminarA mi también me gusta que me rasquen en la garganta.....Muy bonita esta pareja de cuervos...seguro que no estaban solos.
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