martes, 16 de febrero de 2010

El duende

Mientras esperaba que se me acercase un grupo de agujas colinegras (Limosa limosa) en una tabla de arroz, este Rascón se dedicó a capturar pequeños invertebrados a pocos metros de distancia.Tuve que coger la cámara que tenía montada en el trípode y sacarla por uno de los laterales. Así, a pulso, pude hacerle algunas fotos aunque la luz no era todo lo buena que hubiese deseado. Se comportaba de forma muy tímida, al mínimo ruido se escondía en un grupo de eneas que crecía justo en el borde del arrozal. Me recordó a un pequeño duende que salía durante el crepúsculo a buscar su comida. Aunque las agujas no se portaron  muy bien y apenas si se acercaron para hacer alguna foto de grupo, este Rascón y algunas lavanderas me alegraron la tarde.

1 comentario:

  1. Los regadíos siempre sorprenden y es curioso como los rascones se acomodan a vivir en esas estrechas franjas de eneas de las maltrechas lindes de los arrozales. Y no sola los rascones, ya que incluso han se pueden ver allí hasta avetorillos criando. Los pechiazules son también muy amigos de esas lindes y mucho más abundantes como invernantes de los que puede parecer. Un abrazo!

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