Estos buitres leonados esperaban que nos marchásemos Sebastian, Fran y yo para dar cuenta de la carroña. Poco tiempo después nos dieron el esquinazo en uno de los días más fríos que recuerdo, a pesar de volar a pocos metros de donde se encontraba la carroña que les habíamos colocado. En fín, si siempre se hicieran fotos esto sería muy sencillo.
Espectacular!
ResponderEliminarUn saludo
Realmente, un gran trabajo junto con la paciencia de esperar.
ResponderEliminarInteresantes imágenes, varias me han gustado.
Saludos.
unas fotos preciosas ¡que paciencia!
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